El 16 de Octubre de 2016, el obispo de Pamiers, Monseñor Jean-Marc Eychenne, fue a Montségur para solicitar el perdón, en nombre de los católicos de  l’Ariège, por haber participado en actos contrarios al Evangelio y por haber quemado el 16 de Marzo de 1244 en una hoguera a 207 Cátaros. Este acontecimiento se realizó en el marco del Jubileo de la Misericordia del Papa Francisco.

En el año 1200 había entre Marmande y Béziers 600 iglesias Cátaras y miles de Biblias Cátaras. La Inquisición creyó haberlas quemado todas pero afortunadamente una de ellas escapó al fuego y se encuentra en Lyon. Yo he sido el primero en reproducirla en mi libro. La clave del misterio del origen de los Agotes se encuentra en el interior de esta Biblia que data de 1250, así como en el Libro de Oro de la Catedral de Bayona del año 1266.

Miles de Cátaros huyeron de Languedoc y se refugiaron en Aragón, Aquitania, Euskadi, en Bretaña y en Navarra. En Aragón fueron marginados. En Aquitania tuvieron suertes diferentes, a algunos los recibieron bien y a otros no. En Euskadi gozaron de una excelente acogida pero los que llegaron a Navarra fueron muy perseguidos.

Y por si fuera poco, en 2012 se estrenó “Baztán”, película en la que se muestra toda la violencia y la crueldad acometida contra los Agotes de Bozate. Esta película que se rodó con el apoyo del Gobierno de Navarra no tuvo el éxito esperado. ¡Ni mucho menos!

Ya va siendo hora de que “las autoridades civiles y religio-sas” de Navarra se enteren de que estamos en el siglo XXI y de que deben salir de su oscurantismo porque en toda Francia la barbarie contra los Agotes se acabó.

Así que ¡SOLO CONTRA TODOS!

Yo pruebo, de manera irrefutable y definitiva, que los Agotes son los descendientes de los Cátaros.

¡¡6 siglos de mentiras y de discriminación son suficientes!!


Nací en Hendaya en febrero de 1940 en el caserío de mi abuelo Joseph Olaizola. Era una época muy difícil porque había comenzado la Segunda Guerra Mundial. Mi padre Marc Olaizola cayó prisionero en Alemania como soldado francés durante cinco años y le por primera vez cuando fue liberado en mayo de 1945. Nuestra familia lleva establecida en Lapurdi desde 1803, fecha en la que Luis de Olaizola vino de Oiartzun a Urrugne para reparar los cañones del Mariscal Soult. ¿Por qué nací en Hendaya y no en Etxalar? Porque cuando comenzó la guerra, la frontera se cerró y mi madre Agustina Arburua trabajaba en Hendaya. Era casi imposible ir a Navarra ¡con los alemanes al Norte del Bidasoa y los franquistas al Sur!

¡Guipuzcoano por parte de padre, navarro por parte de madre! ¡Soy vasco, eso es todo!

Cuando mi padre volvió de la guerra, nos marchamos al Norte de Francia y después llegamos a París en donde cursé estudios superiores. Soy ingeniero del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París. Conozco las siguientes lenguas: euskara, francés, inglés y español.

He trabajado toda mi vida para diferentes empresas internacionales: suecas (20 años), británicas (4 años) y norteamericanas USA (13 años). Sin embargo, resido desde 1957 en Ciboure, en la colina de Bordagain, en la casa construida por mis padres, renovada por mí totalmente manteniendo el estilo de la provincia de Lapurdi. Sin ser Agote, vivo desde más de medio siglo al lado de los Kaskarots con quienes comparto la vida diariamente, especialmente la pesca. Los conozco bien, siento mucho afecto por ellos y se han convertido en mis amigos. Las infamias de las que siempre han sido acusados me han entristecido constantemente.

¿De dónde viene tanto odio? Me empeñé en encontrar, de una vez por todas, sus orígenes y al cabo de siete años ¡lo he conseguido! Las pruebas están en este libro y son irrefutables. Por lo que me atrevo a decir:

¡Ciboure, Saint-Jean-de-Luz, Bozate, Donostia y Zaragoza!  ¡Ciudades Cátaras!